Fotografía: Billy H.c. Kwok/Getty. Fuente: lavanguardia.com
La unión hace la fuerza. Tensiones en Hong Kong.
“Vencerá aquel cuyo ejército esté unido en espíritu” Sun Tzu.
Las tensiones entre Hong Kong y China no son nuevas, pero si más radicales. El pasado 9 de junio, aproximadamente medio millón de hongkoneses salieron a las calles a manifestarse en contra de la ley de extradición impuesta por el gobierno de Xi Jinping, la cual va en contra de la libertad de expresión y de la política democrática y capitalista. El enojo de la población consiste en una vulneración al Estatuto de Ley Básica de Hong Kong, pactado en 1997 con fecha de vencimiento en el año 2047, que cuenta con tres principios fundamentales:
- «Un país, dos sistemas», política implementada por el Gobierno de China a Hong Kong, a finales del siglo XX, fundamentada en el principio para lograr la reunificación de China, también implementada en Taiwán.
- Libertades civiles de los ciudadanos de Hong Kong.
- Autonomía.
En ese sentido, de aprobarse la Ley de Extradición contempla que el gobierno central tendrá injerencia en temas políticos. Es por ello que las manifestaciones masivas reclaman las libertades logradas por el gobierno local, así como el miedo de recaer en una represión ideológica bajo el Partido Comunista, dando la antesala de una nulidad independentista.
Ante el incremento de violencia ejercido por policías del gobierno de Hong Kong, propició que el gobierno chino envíe tropas a la ciudad de Shenzhen, frontera con Hong Kong, con la finalidad de intimidar a los legisladores y lograr la aprobación de dicha ley. El temor recae aún más ante la aceptación de varios legisladores locales en la aprobación de dicha ley.
Para obtener la atención internacional, los hongkoneses se manifestaron en el aeropuerto más importante de la Región Administrativa de Hong Kong, repercutiendo en el crecimiento económico y la propia seguridad interna, logrando que la comunidad internacional le otorgue el respaldo a los ciudadanos de Hong Kong y la propia presión hacia el gobierno local para lograr la total abolición de la ley de extradición.
Es inverosímil mencionar que el uso de herramientas tecnológicas a sido factor para contrarrestar las manifestaciones a través del reconocimiento facial para ser juzgados por el delito de revuelta. Y como respuesta a ello, los manifestantes usan láser para dañar la visión de los policías y evadir a las cámaras de seguridad. ¡De otro mundo!
El uso de una soft power, sería viable para lograr un acuerdo entre las partes, pero el gobierno chino quiere recuperar el control en la región a toda costa, evidenciando los múltiples problemas que enfrenta: una economía debilitada al devaluar su moneda(人民币元)guerra comercial con Estados Unidos, aunando las diferencias con el Tíbet y la disputa por el control del Mar de la China Meridional; este último requiere de la voluntad y conciliación política de los Estados involucrados al ser de interés regional y nacional: Taiwán, Brunéi, Vietnam, Malasia y las Filipinas.
Sería bueno que China optimizara sus prioridades en materia de política exterior y de tal modo, concentrarse en la interior, ya que su liderazgo global está en riesgo.



