Obtenida del Twitter de Marcelo Ebrard, canciller mexicano.
El asilo político es un derecho humano y la diplomacia mexicana se ha caracterizado por llevarlo a cabo, una mezcla del deber ser y el buen ser si nos vamos a cuestiones de ética y moral, respaldado en el artículo 11- párrafo segundo- de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Algunos ejemplos del reciente cobijo que ha dado México en la historia moderna, es hacia la comunidad judía y a los españoles que huyeron de franquismo (en ambos casos gracias a la intervención del diplomático: Gilberto Bosques), americanos, cubanos, venezolanos, rusos que huyeron de la revolución como a Trotsky y demás.
El enojo, ira y frustración de gran parte de la sociedad mexicana, es que el representante del ejecutivo envió un avión de la fuerza aérea mexicana a recoger a un dictador que se jacta de ser un buen hombre, por ser protector del pueblo con raíces indígenas (como dato al lector Evo Morales ni siquiera habla su lengua indígena). Retomando la oración anterior, el dictador se vanaglorea de ser un buen presidente al reducir los índices de pobreza en su país en los trece años de mandato, así como disminuir la brecha social pero modificando el artículo 168 de la Constitución de Bolivia en 2016 para reelegirse indefinidamente. Eso para muchos es abuso de poder totalitarismo y toda vulneración a la democracia de aquel país.
El Presidente de México no usa el avión presidencial (que por cierto aún no se vende), bajo la premisa que “Ni Obama lo tiene”, pero si dispone de uno de las fuerzas armadas para brindar protección al ciudadano boliviano. Lo congruente hubiera sido que un avión comercial (mexicano), lo trajera a territorio mexicano, así como el Presidente viaja al interior de la República.
Como tercer punto, del recuento de los daños: el gobierno mexicano, encabezado por del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se basó de una política exterior llamada Doctrina Estrada, la cual consta en la «libre determinación de los pueblos.» De ser así, el gobierno mexicano tuvo que haber respetado las leyes de los tribunales o colegiados bolivarianos para el cumplimiento de las leyes contra Evo Morales.
Además, (AMLO) rechaza y cierra los puentes migratorios a miles de personas- provenientes de Centro y Sudamérica y África- que huyen de la precariedad y de la inestabilidad social, política y económica de cada país, pero recibe a quien ha humillado a su propia gente con un fraude electoral. Tras las múltiples manifestaciones se suma el desabasto de agua en varios departamentos bolivianos. Varias represas fueron tomadas por los locatarios derivado por la sequía, los incendios en el Amazonas que afectaron a la región y en mayor parte, por la inconformidad social poselectoral.
Aunado a lo anterior, la evidencia del deterioro en el servicio del sector salud mexicano es deprimente y frustrante; no hay dinero para medicinas y la gente esta muriendo por negligencia y falta de recursos: esto para quien suscribe es un genocidio paulatino ante la indiferencia del Ejecutivo al hacer caso omiso de la problemática. Tampoco hay recursos para mejorar la seguridad y estabilidad social pero sí los hay para auxiliar a un político que huye de su responsabilidad.
Como sexto punto, el país se cae a pedazos, se está perdiendo la poca autonomía de varias instituciones: Comisión Nacional de Derechos Humanos (check) falta: el Instituto Nacional Electoral, el Banco de México y el Instituto Nacional de Acceso a la Información (acorde a una de las mañaneras al desprestigiar a los organismos autónomos). En cambio se decide hacer el tremendo ridículo al ir a salvar a un hombre que le fue negado el espacio aéreo por: Argentina, Chile, Perú, hasta Ecuador y Brasil -países colindantes de Bolivia- ya que se manifestaron en contra del presidente electo por abuso de poder, Evo Morales, por eso México en uso de la buena voluntad y en contra de la Doctrina Estrada, acudió en auxilio por él-Sr. Morales- antes de que el pueblo hiciera uso de la justicia a mano propia. He ahí la democracia, calamidad y moral de nuestro honorable Presidente.
Una vez radicando en México, el expresidente Evo Morales, vulnera el Capítulo 1 del asilo político, artículo de 5 de la Convención sobre asilo y refugio político de Montevideo de 1939:
“(…)Mientras dure el asilo no se permitirá a los asilados practicar actos que alteren la tranquilidad pública o que tiendan a participar o influir en actividades políticas (…)”
Asimismo especifica:
“La promesa será por escrito y firmada; si se negara o infringieran cualquiera de esas condiciones, el agente diplomático comandante hará cesar inmediatamente el asilo.”
Lo anterior, corrobora el trato especial y preferencial hacia el ciudadano Evo Morales, puesto que ha dado conferencias de prensa, en la Ciudad de México, manifestando su malestar político en Bolivia y vía Twitter. Aún cuando Bolivia no haya ratificado el Tratado, México debería apegarse al derecho internacional consuetudinario.
Por lo anterior, al darle ese trato preferencial a un político, le exhorto al Presidente que abra las fronteras y se cumpla el artículo primero de la Constitución Mexicana, si de asilo estamos hablando.



