Imagen obtenido de https://hayderecho.expansion.com/2020/04/07/covid-19-frente-al-cambio-climatico/
El actual orden mundial se ha regido por un capitalismo excesivo, por la interconexión económica acorde a la globalización y por las intercomunicaciones personales a través de diferentes plataformas sociales. Es por ello que la pandemia COVID-19 ha propiciado que diversos cuestionamientos personales, colectivos, gubernamentales, de la Comunidad y de la propia Sociedad Internacional hayan surgido sobre el después: ¿Habrá futuro? ¿Cuáles serán los cambios? ¿Serán tangibles? ¿Qué sigue después de percibir que el sector salud de todos los países es carente de médicos e insumos? ¿Qué sigue después de una cuarentena larga y profunda? ¿Qué sigue después de los millones de empleos perdidos? ¿Cómo se reactivará la economía? ¿Se fundará un nuevo orden mundial? ¿Estados Unidos seguirá siendo potencia? ¿Habrá un nuevo Plan Marshall[1]?
La declaración del COVID-19 como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el mes de marzo del año en curso, revolucionó la forma de convivencia de los humanos a nivel mundial. Dejando entre ver que la estabilidad emocional de millones de personas podría agravarse por múltiples factores. En primera instancia por el estrés ocasionado por la precariedad del sistema de salud, incluidos médicos y enfermeros/as. Posteriormente, por la situación económica debido a la falta de liquidez y de oportunidades laborales; y finalmente por lo que conlleva tener y mantener un distanciamiento físico y social por cuarenta días o más, según las disposiciones de cada país.
El tiempo se ha convertido en una larga pausa donde todo y nada pasa; las actividades se volvieron consuetudinarias y el egoísmo personal floreció en cada uno de nosotros al infringir- en algún momento- las recomendaciones emitidas por el gobierno por el simple hecho de negar o de creer en la posibilidad de contagio, sobrevalorando y desafiando toda capacidad inmunológica.
El uso de las redes sociales han sido de gran ayuda para conocer los pormenores y avances de la enfermedad así como un sinfín de challenges, memes, fake news y bromas evidenciando el estrés que millones de personas padecen al descontextualizar la realidad con la ficción. Tal y como lo dice Edu Galán, crítico español: “Cualquier asunto humano dramático es caldo de cultivo para el humor.”
No obstante, expertos en las ramas de psiquiatría y psicología compartieron sus conocimientos en redes sociales al hacer algunas sugerencias a todos aquellos que estuvieran pasando por un momento difícil. Por ejemplo, miles de personas sufren trastornos de sueño por la incertidumbre generalizada.
Sin embargo, la inestabilidad mental de millones de personas-alrededor del mundo- se percibió desde hace unos años, cuando la interacción humana se vio alterada por el uso excesivo de las redes sociales- Facebook, Instagram y/o Twitter, principalmente- en la cual la mayoría de las personas buscan la aceptación a través de un like. Propiciando que si el post no cumplió con las expectativas previstas se inicia un lapso de frustración, ansiedad, depresión por la poca aceptación personal y en algunos casos, hasta bullying, según expertos. Lo anterior por el gaslighting[2] masivo que se implementa en el marketing digital sobre la perfección física, social y profesional.
Es por ello que la falta de intercomunicación ha conllevado a que los niveles de estrés y ansiedad de jóvenes y adultos hayan aumentado en las últimas semanas por el incremento en el consumo digital.
Un estudio de la Universidad de Harvard, recomienda que el distanciamiento social se implemente hasta el 2022, ¡lo peor está por venir! Por el simple hecho de que el cambio será una readaptación en todos los contextos, es decir, para reactivar la economía es imprescindible que los negocios implementen campañas publicitarias-digitales- masivas para atraer y dar confianza al consumidor. Respecto a lo social, se ha valorado la convivencia real y el presente, pero ¿cuál será el costo económico de dicho cambio? ¿cuánto tiempo conllevará adaptarnos?
En lo político, será elegir a verdaderos líderes cuya visión sea la realista, capitalista y social. Tal es el auge del populismo en América Latina y en algunos países de Europa que es evidente que la tardía y nula acción traerá como consecuencia que los partidos de derecha resurjan como ave fénix en la contienda electoral. Por lo que debemos preguntarnos, ¿el capitalismo es lo óptimo? ¿La oferta y la demanda entre regímenes neoliberales y populistas a conllevado al desabasto y mala calidad de los insumos médicos agravando la pandemia?
Y por último: la psique, ¿todos estamos preparados para el próximo modus vivendi? Solo se mencionan a las pérdidas humanas y a los enfermos, como números más en las estadísticas. La empatía deberá de comenzar en verlos como personas con historias, victorias, derrotas, anhelos y lo más importante: entender y comprender a los familiares en el dolor al imaginar la muerte del enfermo en completa soledad.
Lo que sigue es una recapitulación y aprendizaje de una pandemia que costará tiempo: enfocado a la salud mental global, dinero en reactivar la economía, a contrarrestar el cambio climático, reconocer y aplaudir la labor de los verdaderos héroes- Doctores/as y Enfermeras/os. Así como aceptar que la nueva potencia mundial es: ¿China?
[1] Apoyo de recuperación economómica de Estados Unidos a Europa Occidental después de la Segunda Guerra Mundial.
[2] Abuso emocional que recae en la manipulación (consiente o inconsciente) para lograr alterar a la razón y juicio de una persona.



