El infortunio político y la prisa del poder legislativo en aprobar una reforma fraguada por el ejecutivo en materia judicial, desencadenó la ira de los promotores de justicia de la nación a salir a las calles a solicitar un diálogo que incite una propuesta fehaciente para beneficio de todos los mexicanos. El poder judicial le ha fallado a cientos de miles de mexicanos. Por ello, una reforma a todo el sistema judicial es necesaria e imprescindible para mejorar su funcionamiento, dicho hasta por los propios ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). No obstante, en estos tiempos donde el fanatismo logró cegar a la razón y fragmentar los principios de la aquella y lejana Leyes de Reforma de Don Benito Juárez- héroe y ejemplo del presidente Andrés Manuel López Obrador- impulsó el retroceso democrático que si bien, no será instantáneo será el inicio de una implosión de libertades.
Contradicciones
El repudio hacia los partidos políticos es general, unos son más odiados que otros porque se aferran a vivir a costas del erario sin sumar al país. Sumado a que, el influyentismo de los algunos líderes políticos cuyas mentes denotan inteligencia marcan la agenda política de la nación… cuando las prioridades son otras. Sin embargo, año con año se destinan millones de pesos para su financiamiento mediante el Instituto Nacional Electoral (INE) a través de la benevolencia que la Ley de Presupuesto les dota.
La queja general es que se destina muchísimo dinero al INE y subsecuentemente. Aunado a que los políticos tienen la facultad de designar a los próximos candidatos a contender por el voto popular o vía plurinominal sin temor a la ira del desconocimiento universal. ¿Ahora se aplaude que, con la reforma judicial, sean los mismos políticos quienes se encarguen del mismo proceso para jueces, magistrados y ministros? ¿Por qué ahora si es aceptable? Además, con la mayoría oficialista en los congresos, ¿por qué dejaría de haber nepotismo cuando las familias completas gozan de los beneficios salariales acosta de su posición? Solo basta señalar, el intento de anulación en la elección en la Alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México.
Dudas que quedan en el aire y que deberían ser cuestionadas por todos los mexicanos sin distinción… si es que la democracia tiene el mismo significado para todos.
El tiempo apremia
¡Qué fácil es jactarse y defender los intereses del pueblo en tiempos de campaña electoral y darse golpes de pecho cuando las verdaderas intenciones son las ambiciones desmedidas por esos defensores! En menos de 24 horas, la reforma judicial fue aprobada por 17 Congresos locales en un hecho insólito. El primer congreso en aprobarla fue Oaxaca; hora y media después de haberse aprobado en el Senado de la República. ¿Realmente los diputados se dieron a la tarea de leer, estudiar el documento e incitar el diálogo a las 4:00 de la mañana? La respuesta es más que evidente.
Razón por la cual, la reforma fue promulgada el 15 de septiembre y publicada al día siguiente en el Diario Oficial de la Federación porque… ¡viva el patriotismo! No obstante, un juez del Estado de Colima otorgó una suspensión provisional para posponer la promulgación hasta el 11 de octubre y que esta se lleve a cabo durante el gobierno de la presidente Sheinbaum. Lo anterior, no obstaculizó los intereses del presidente y mandó-de nueva cuenta- al diablo a las instituciones.
Crítica constructiva
La oposición mexicana sirvió para tres cosas:
- Para nada
- Para lo mismo
- Para dar pena, porque la ciudadanía les confirió el votó, con el fin de crear los contrapesos necesarios. Hoy esos contrapesos se vendieron al mejor postor. ¡Vergüenza!
Alegría del Obradorato
Algunas personas lograron que su resentimiento cegara a quienes no vivirán las consecuencias de su voto. ¿Es del conocimiento de la población pro-Morena que aprobaron una reforma que postuló el presidente Calderón al contemplar “jueces sin rostro”? Es curioso que dos exsecretarios de Estado hayan solicitado licencia para evitar la votación. No obstante, eso no impidió el regalo legislativo al presidente por su gran labor.
Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable
Voltaire
Superioridad moral
En el país existen muchos Méxicos. En primera instancia, está el de los privilegiados donde creen que por juzgar a los televidentes que gozan y consumen un programa (reality show) -que carece de contenido versátil y sano como el de la primera temporada- les da una superioridad moral de señalar a quienes no tienen el interés necesario en la óptima implementación de políticas públicas o bien, en intervenir en la fragmentación de la república. Sin embargo, la rutina para millones es completamente diferente. Es lidiar con el traslado en el que todos los días arriesgan su integridad física por la inseguridad, por las inclemencias climáticas (para muchos conlleva 4 horas- dos de ida y otras dos de regreso- si bien les va) o por diversas cuestiones. Percatarse que el dinero no alcanza, que la educación escolar va en decadencia, que los ánimos están a flor de piel, que la salud mental debería ser tema de interés público, entre muchas otras.
Llegar a casa con la familia significa poder entablar conversaciones vagas, que los una y lograr olvidarse de feminicidios, caos, corrupción, impunidad y desigualdad en el que los ciudadanos se encuentran en completa indefensión. Es lograr salirse de la realidad. ¿Es lo óptimo? ¡Claro que no! Es fácil juzgar y salirse por la tangente, pero millones de ciudadanos votaron por una oposición para crear contrapesos al oficialismo y tal parece que los intereses personales tienen mayor valor que los colectivos. He ahí los cuatro traidores a la patria[1]. La vergüenza debe cambiar de cara y no debería ser en los votantes sino en los políticos de medio pelo que se creen patriotas por hacer el juramento sin saberse-cuando menos- el himno nacional completo. De experiencia laboral o conocimientos requeridos, mejor ni hablemos.
¿Quién es quién – estimado lector- para juzgar el contenido que consume? Gracias a la diversidad de programas y canales, uno tiene la osadía y autoridad moral de decidir qué hacer y qué ver en su tiempo libre. El supuesto es que todos los mexicanos se conviertan en ciudadanos más cívicos, pero mientras que los mantras patrióticos estén en el ADN de cada uno de nosotros, los cambios tardarán. Dejemos “el que no tranza no avanza” “como México no hay dos” “tranquilo, no pasa nada estamos en México” para convertirnos en el México que queremos y merecemos.
Comentarios finales
Por último, lo que empieza mal, termina mal. Las lagunas legales que existen en la reforma judicial son preocupantes porque dan pie a conflictos severos al no especificar con claridad el proceder. ¿Habrá dinero que alcance? ¿Cuántos mexicanos leerán el curriculum vitae de todos los candidatos? Sin el afán de ofender a nadie, la mayoría de la población solo vota por convicción y conocimiento de causa para el puesto de presidente; senadores, diputados locales y federales quedan en segundo plano, ¿por qué sería diferente con jueces, magistrados y ministros?
Próxima infamia: militarización del país.
[1] Escribo los nombres de los senadores para que nunca se nos olvide: Miguel Ángel Yunes, (PAN, Veracruz); el faltista Daniel Barreda, (MC, Campeche); José Sabino Herrera (PRD, Tabasco) y Araceli Saucedo (PRD, Michoacán).



