Autor: desconocido
¿Diversidad partidaria es sinónimo de una democracia sana en México?
El orden mundial cambió al finalizar la Segunda Guerra Mundial, donde la sociedad internacional le dio cobijo a un nuevo paradigma conocido como el neoliberalismo gracias a dos organizaciones internacionales: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Dicho paradigma, engloba el respeto a los derechos humanos, la globalización, libre mercado, igualdad salarial y democracia.
La creación de nuevos partidos políticos se basa en el descontento de los ciudadanos así como en la propia unificación e implementación de ideas con la finalidad de contrarrestar al gobierno en curso y en la creación de políticas púbicas en beneficio de sus habitantes, pero ¿realmente es viable que un país como México tenga siete partidos políticos?
Ante la poca empatía de la sociedad mexicana en la resolución de conflictos colectivos, el registro emocional es un factor clave para lograr una diversidad partidaria y en su caso como una nueva conciencia política que hará frente a intereses comunes. Un ejemplo de lo anterior es la creación en el 2014 del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, conocido como MORENA. Ante la falta de debate político, hubo un reagrupamiento de políticos, así como un reclutamiento de miembros cuyo común denominador fue el hartazgo por la carencia de oportunidades de un sector de la población, inseguridad y el robo inmesurado por gobiernos anteriores, principalmente.
Derivado de lo anterior, en la actualidad, jóvenes mexicanos muestran interés en las políticas públicas, al juzgar, proponer, manifestarse y exigir funcionarios de calidad, que puedan defender y velar por los intereses de una sociedad polarizada. Lamentablemente, eso no se ve reflejado desde la Revolución Mexicana, debido a la meritocracia y compromisos políticos de los representantes del pueblo. No es suficiente tener la motivación y el compromiso de cambiar al país si los políticos no cuentan con la mínima moral, civilidad y patriotismo, véase la película Ley de Herodes.
Es importante señalar que la democracia no es perfecta, es perfectible, por ello solo basta recordar el costo que representa para cada ciudadano mantener a un partido político. El pasado 6 de agosto, el Instituto Nacional Electoral (INE), publicó el financiamiento que requiere para los partidos políticos en el ejercicio 2020: solo necesitan ¡5 mil 229 millones de pesos! De los cuales, para el partido que se analizó en párrafos anteriores le corresponde el presupuesto más alto: 1 760 millones de pesos. ¿Eso es moral? ¿Es justo percibir tanto dinero cuando las carencias de millones de mexicanos son exorbitantes?
Ante los datos compartidos, la respuesta a ambas preguntas sería negativa. La democracia en México es de las más caras y no se palpan los resultados deseados, ya sea por el abstencionismo y el derroche económico de los candidatos. No se plantea proponer una unificación de partidos puesto que el costo social y económico sería el mismo. Lo ideal es que se logre identificar el pensamiento político a través del Diagrama de Nolan, también conocido como coordenadas políticas y en caso de no adaptarse a algún modelo, crear una nueva ideología acorde a las necesidades del pueblo y no en beneficio de unos cuantos. Se requiere de un partido integrado por jóvenes cuya visión y valores estén meramente enfocados en salvar al país, donde el valor humano sea el motor económico y social para hacer frente a todos los problemas transversales.



