Hoy, 24 de octubre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra 77 años de haber entrado en vigor la Carta de las Naciones Unidas. Para los internacionalistas es un día emblemático debido a que marca la pauta de la buena voluntad en la que 50 Estados se comprometieron en promover la paz y seguridad internacional mediante un nuevo orden mundial que cada vez es más vulnerable por los diversos abusos de poder y conflictos armados en algunas regiones del mundo. Las dos guerras mundiales han puesto de manifiesto la injusticia social y los absurdos esfuerzos por mantener la paz mundial.
Antecedentes
Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba por concluir y con el Tercer Reich, Adolfo Hitler sitiado en Berlín, Alemania, representantes diplomáticos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Estados Unidos, Reino Unido y China se reunieron en la Conferencia de Dumbarton Oaks, en Georgetown, Washington en 1944 para exponer la necesidad de crear una organización internacional que sustituyera a la fallida Sociedad de Naciones de 1919 creada por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, tras la Primera Guerra Mundial para mantener la paz y estabilidad mundial.
En dicha conferencia no se lograron acuerdos importantes. Por ello, continuaron las negociaciones en la Conferencia de Yalta, República de Crimea, Ucrania a principios de 1945 que concluyó en la Conferencia de San Francisco el 26 de junio del mismo año, con la firma de la Carta de Naciones Unidas donde se promueve un mundo de paz, derechos humanos y prosperidad.
2022
La Organización cuenta con 193 países miembros, mientras la que la FIFA tiene 211 federaciones afiliadas. Desafortunadamente, el mundo muestra mayor interés en otros temas y no en la seguridad global.
En la actualidad, se vive mucha incertidumbre y temor de un nuevo conflicto armado de escala mundial. Cada vez la vulnerabilidad del status quo y los retos que enfrenta la sociedad internacional son mayores. Los abusos de poder perpetrados por los Estados Miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han desencadenado invasiones a otros países, quebrantamiento en los lineamientos de la Carta, así como del derecho internacional al evidenciar crímenes de lesa humanidad, genocidios y desinterés a los nuevos retos actuales: cambio climático, crisis humanitarias, promover la equidad de género, lograr el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, erradicar enfermedades: preservar la paz.
El lenguaje de paz debe y tiene que ser universal, así como el interés y la condena de la comunidad internacional en salvaguardar la vida de millones de personas sin importar su raza, identidad o creencias religiosas que están siendo calladas y menoscabadas por intereses políticos o económicos. Es imprescindible que el diálogo continue en pro de las minorías y donde la voz haga eco en la mente de la sociedad para llevar a cabo acciones que beneficien a la humanidad y se limiten los intereses geopolíticos de los pseudos promotores de la paz.



